Todo en Un Muro está relacionado con el arte. Hasta el espacio para distenderse en el patio.

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Por Daniel Vega - Fotos: gentileza Hugo Albrieu.

Hugo Albrieu es un hombre, no diría de pocas palabras, sino de palabras adecuadas. Mi primer encuentro con él fue en medio de la vereda del sitio donde trabaja como bioquímico, para entregarle rápidamente unas cajas de vinos que se iban a usar para un vernissage en Un Muro. Con cierto prejuicio típico mío, pensaba, antes de verlo, encontrarme con un artista volado o malhumorado por ser la mañana, con el pelo largo y sin ningún interés en mi persona. Apenas apareció solté: "Estoy mal estacionado, te dejo los vinos rápido" y al instante me arrepentí de la excusa, aunque era cierta. Me encontré con un tipo amable y simpático, que me agradeció haberle llevado los vinos para la inauguración. No me había pasado antes, eso del agradecimiento en La Rioja desde que trabajaba promocionando vino. Pero el encuentro me trajo buena energía y a partir de ese día descubrí un mundo mejor en la capital riojana. Nos quedamos 4 minutos hablando en la vereda y me fuí antes de que la jauría de autos que se amontonaban sobre la Dalmacio me linchara. Pero con gusto hubiera ido a estacionar bien y me hubiera tomado un café con Hugo Albrieu. Me dí el gusto tiempo después y conocí mejor a un ser que antes que nada es una gran persona, respetuoso del tiempo del otro, sincero, sin pelos en la lengua y muy pero muy divertido. Hace poco, a raíz de la insistencia del equipo de La Rioja Gourmet formalizamos esta corta entrevista para nuestros lectores. ¡Gracias, Hugo!

-¿Cuándo empezó su interés en el arte?

-No tengo una fecha establecida como "de acá en adelante me comenzó a interesar el arte". Supongo que desde niño. Siempre me gustó dibujar y ver dibujos y fotos en libros y enciclopedias.

-¿Qué es exactamente lo que se conoce como Arte Contemporáneo?

-El arte contemporáneo es el arte actual, lo que ahora se está produciendo y como tal no está definido ni limitado, digamos que se está definiendo. Hay una serie de pautas  que se aproximan o ayudan a saber frente a qué estamos parados. Para mí la más importante es la que necesita de un espectador participativo y mínimamente informado. La carga conceptual (nutrida de todas la últimas vanguardias) no puede “digerirse” sin una data previa o simultánea.

-¿En qué consiste la tarea de un curador?

-Un curador es como el régisseur de una ópera, es el que se encarga de que la obra de un artista o grupo de artistas se luzca, se edite y cobre sentido. Si bien el artista trabaja con un sentido, el curador refuerza o escoge de los muchos sentidos que una obra puede tener, el que él quiere mostrar, construyendo muchas veces una nueva narrativa.  El trabajo del curador con el artista es básicamente el de un cómplice. Bueno, esto en el caso de la muestra de un artista o un colectivo de artistas, pero hay también curadurías históricas, de colecciones, etcécera.

-¿Cómo conviven, en una ciudad tan arraigada a costumbres ancestrales, quienes hacen arte contemporáneo y quienes hacen arte tradicional?

-El peso histórico tradicional de un lugar como La Rioja, hace que todo proceso “nuevo” (sin serlo del todo) cueste mas. La convivencia es normal, digamos, somos seres civilizados. Nunca sentí descalificación ni nada parecido. Por ahí, sí, desinterés, pero no es un tema que me preocupe. 

-¿Quienes hacen arte contemporáneo se ven obligados a hacer autogestión porque cuesta que sean incluidos en proyectos estatales que los financien? ¿Por qué cree usted que ocurre eso?

-En un medio como este, estado dependiente, todo tipo  de arte necesita autogestión a menos que exista un “interés” particular vincular con algún político de turno. En todos  lados se cuecen habas. La artes visuales no llevan mucho público y por lo general  los montajes y obra en sí son costosos. Por el mismo  costo de un montaje se puede realizar por ejemplo un festival folklórico que seguramente será mucho más convocante y donde la clase política que maneja nuestra “formación” cultural preferirá invertir. No hay que ser inocente al respecto. Hasta que no exista un proyecto cultural incluyente, que a mi modo de ver NO lo hay, resistiremos con la autogestión e insistiremos.

-¿El arte que se hace en una ciudad, provincia o región tiene necesariamente que hablar de cuestiones del lugar? Muchos dicen que el arte “debe mostrar lo que somos”, ¿eso es así? ¿O es un facilismo de algunos artistas?

-Yo vengo de una formación académica en ciencias duras, de los que leímos a Mario Bunge. El concepto de cultura debe INCLUIR a TODOS, eso creo.

-Usted dirige UN MURO, su propia galería y es el referente del arte contemporáneo en La Rioja. ¿Ese muro separa algo en el ambiente artístico local? 

-¡Lo de referente lo decís vos! Yo no creo eso, ni ahí. Un Muro toma el nombre del frente de la casa/galería que con su puerta a ras de las paredes, todo blanco, da idea que no hubiese nada. Me gustaría que fuera una especie de ingreso anodino a otro mundo, uno mejor, maravilloso. Una especie de entrar y caer por el pozo que cayó Alicia. Esa idea se me viene cuando digito las muestras y eventos que se gestan paredes adentro. No creo que separe nada, creo que une: basta con contemplar la red de artistas, galerías, museos, gestores, curadores que en dos años y medio se ha formado. Un Muro se vincula con todo el NOA y centro del país y eso a mi me llena de felicidad.